Escribir mal y pronto es escribir en caliente, cuando se tiene la necesidad
de escribir sin que medie un solo minuto de pausa. Es la primera opinión que, como todas las primeras (y como todas en general),
terminan viéndose de otros colores en otras épocas distantes de la vida; a la luz difusa del pasado y el recuerdo.
Mal porque no solo leyendo se aprende a escribir.
Pronto porque el tiempo persigue veloz e implacable.