Audio no disponible
Año: 2008
Versión de Alexis Degrik sobre
un poema de Nicolás Guillén.
Tendida en la madrugada la triste guitarra espera voz de profunda madera desesperada.
Su clamorosa cintura en la que el pueblo suspira preñada de son estira la carne dura. Arde la guitarra sola mientras la luna se acaba arde libre de su esclava bata de cola.
Cógela tú guitarrero ímpiale de alcol la boca y en esa guitarra toca tu son entero.
El son del querer maduro tu son entero. El del abierto futuro tu son entero. El del pie por sobre el muro tu son entero.
Dejó al borracho en su coche dejó el cabaret sombrío donde se muere de frio noche tras noche.
Y alzó la cabeza fina universal y cubana sin opio ni mariguana ni cocaína.
Venga la guitarra vieja nueva otra vez al castigo con que la espera el amigo que no la deja.
Alta siempre, no caída traiga su risa y su llanto clave las uñas de amianto sobre la vida. |
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